La lucha autoral de Sixto Valencia


Sixto Valencia Burgos (Villa de Tezontepec, Hidalgo, 28 de marzo de 1934—México, D.F., 23 de abril de 2015), fue un historietista mexicano que en el año 1962 creó la imagen gráfica del personaje “Memín Pinguín” que conocemos actualmente. La historieta de este personaje, icónico en México, se publicó por primera vez de forma independiente en noviembre de 1963 (antes aparecía en la revista “Pepín”, bajo el título “Almas de Niño”, y era dibujada por Alberto Cabrera) y fue del agrado de millones de personas, no sólo en nuestro país sino también en Colombia, Perú, Bolivia, Estados Unidos, Italia, Irán, Japón, Filipinas e Indonesia.

En siete años se publicaron 372 números y se lograron vender hasta un millón y medio de ejemplares a la semana. A la fecha se han realizado al menos doce ediciones diferentes, las cuales han dejado grandes beneficios económicos a Grupo Editorial Vid, S.A. de C.V. (antes llamada: Editorial Argumentos, EDAR), la empresa que la ha publicado a lo largo de más de 50 años.

No obstante, Don Sixto se vio obligado a librar una larga lucha legal contra esta editorial y su director general, Manelick de la Parra Vargas, con el objeto de que le respetaran sus derechos de autor, ya que estaban reimprimiendo y explotando ilícitamente sus dibujos sin cumplir los acuerdos pactados y sin darle una retribución justa de las ganancias.

La lucha autoral de Don Sixto inició en el año 1992, debido a que Editorial Vid publicó una edición con tres números que utilizaban calcas de los dibujos que había realizado para la edición a color de 1985, pero sin pedirle su autorización ni pagarle los derechos respectivos. (Nota: de 1963 a 1982, Don Sixto dibujó esta historieta en tonalidades de blanco y negro para que fuera publicada en sepia).

Esta misma situación de los dibujos calcados se repitió en los años 1999 (cuando falleció Yolanda Vargas Dulché y Editorial Vid publicó una “Edición Homenaje”) y 2002. Don Sixto demandó a la editorial, la cual admitió su falta y prometió pagarle; pero no cumplió.

En el año 2005, debido a la polémica impresión de los timbres postales de Memín Pinguín que el Gobierno de USA tildó de “racistas”, Editorial Vid publicó una “Edición Especial” que contenía los mismos tres fascículos con dibujos calcados. Don Sixto demandó nuevamente a la editorial.

Es hasta abril de 2008, cuando Don Sixto firmó un convenio con Editorial Vid, mediante el cual tendría derecho a una pensión vitalicia y al pago de regalías por los números publicados. Pero la editorial incumplió de nuevo, sin que Don Sixto pudiera obligarlos debido a que los abogados lo convencieron con engaños para que firmara una cláusula que desconocía sus derechos de autor.

Sin embargo, Don Sixto tenía a su nombre los créditos de dibujo de las primeras ediciones de la historieta "Memín Pinguín" y los respectivos registros de derecho de autor en la rama de dibujo, otorgados por el INDAUTOR al final de la edición en sepia (1982), la edición a color (1985) y una colección de 2005, contra lo cual nada pudieron hacer los abogados de la editorial. Máxime que los derechos de autor son irrenunciables por ley.

Asimismo, en el año 2010, Don Sixto contrató al bufete Santamarina y Steta, el cual tramitó sus solicitudes de registro de marcas. Fue hasta fines del año 2012, cuando el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) le concedió a Don Sixto los registros de las marcas innominadas número 1330306, 1330307, 1330308, 1330309, 1330310, 1330311, 1332031 y 1338597, correspondientes a sus diseños de Memín Pinguín y Ma’ linda.

Don Sixto tuvo que invertir tiempo, dinero y esfuerzo durante 20 AÑOS DE LUCHA para que le fueran reconocidos legalmente sus derechos autorales. Todo artista talentoso trabaja más por el gusto de hacer las cosas que por el afán de ser reconocido. Pero ello no quita que merezca ser reconocido, ya que el reconocimiento es de las cosas más gratificantes que pueda recibir un autor. Máxime si sus creaciones son del gusto del público para el cual fueron creadas.


A lo largo de estos 63 años como historietista, siempre trabajé con el objeto de hacer bien las cosas. Nunca ha sido mi intención trabajar para ser reconocido o premiado, pero cuando llegan estos momentos, ¡qué bien se siente uno, verdad de Dios!
A la par de mi profesión como dibujante, he sido fundador y presidente de sociedades de dibujantes; y en este andar como autor, y en calidad de Presidente, he pugnado por hacer respetar la Ley de Derechos de Autor. Indiscutiblemente que Memín Pinguín es uno de los personajes que más satisfacciones me ha dado como artista, pero también es quien más frentazos me ha hecho dar. Y con esto me refiero a que he tenido que luchar por mucho tiempo por el reconocimiento de mis títulos del derecho de autor. Finalmente, después de tanto esfuerzo, he logrado que la imagen gráfica de Memín Pinguín sea legalmente declarada de mi propiedad por el Instituto Nacional (sic) de la Propiedad Industrial, sin duda un gran avance para un historietista, y que seguramente marcará un precedente para todo el que quiera hacer valer sus derechos de autor en este campo.
Sixto Valencia Burgos. Fragmento de su discurso de aceptación del premio la Catrina en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2014 (FIL).
Un ensayo de este discurso puede escucharse en un video publicado por el Museo de la Caricatura y la Historieta "Joaquín Cervantes Bassoco" (MUCAHI BASSOCO).




Con respecto a su lucha autoral, leamos el mensaje que Don Sixto envió el lunes 20 de abril de 2015 a Luis Gantus, su amigo y biógrafo, periodista, autor y organizador del evento Festo Comic (la publicación original se encuentra en el blog Esto es PERFECTO!!!!). La voluntad de Don Sixto fue que se hiciera público después de su fallecimiento y con la previa autorización de su familia, por lo cual agradezco de gran manera a Mónica Valencia Noguez, hija de Don Sixto, que me haya autorizado para publicarlo en este blog:

Último comunicado de Don Sixto Valencia para el Pueblo de México
Yo, Sixto Valencia Burgos, en pleno uso de mis facultades mentales y en presencia de mi familia y unas amistades, he decidido dejar este comunicado al pueblo de México para que se pueda dar a conocer a los medios, una vez de que mi familia haya realizado el proceso de cremación de mis restos.
Es mi voluntad hacer del conocimiento del público en general esta comunicación escrita, además de existir un respaldo de video de lo aquí mencionado, pero que no detallaba fechas específicas. Este comunicado es realizado especialmente para todos aquellos que fueron gustosos por mi trabajo, trayectoria y que me brindaron su apoyo y reconocimiento. Y, con un deseo de agradecerles infinitamente su compañía y amistad, he decidido dejarles un relato de los hechos que deseo se conozcan al haberme despojado de un reconocimiento patrimonial y posteriormente moral de mis derechos autorales, con la única finalidad de que sean sabedores de la mala fe y poca ética moral de ciertos abogados como Mauricio Jaliffe, José Luis Caballero y, en su tiempo, quien yo creí un amigo, el Licenciado Loredo Hill, todos ellos pagados por Manelick de la Parra, quien es hijo de mi querida amiga y compañera, ya acaecida también, Yolanda Vargas Duché.
Es importante mencionar que actualmente soy tenedor de la imagen gráfica del personaje de historieta Memín Pinguín y la Ma’ linda, tal como lo avalan los Títulos de registros marcarios números 1330306 y 1330308 (marcas innominadas), registros marcarios expedidos por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Sé que después de mi muerte, las personas antes referidas intentarán, según me explican conocedores del tema intentar la nulidad de los registros, y es por eso que me permito relatarles un poco de esta historia legal que inició en el año de 1992.
Como una vez mi esposa Vicky comentó en una entrevista, parecía que yo era capaz de hasta pagar porque me dejaran dibujar, sin importarme recibir dinero alguno. Lo anterior es cierto, durante toda mi vida fui un apasionado de mi trabajo, seguí con orgullo mi vocación de dibujante y, como buen artista, malamente confié en todos.
Cuando hice sociedad con Yolanda, siempre hubo buena fe en los tratos de reconocimiento, ya que ella se caracterizó por ser una mujer leal y honesta. Desgraciadamente, cuando falleció no pudo controlar la ambición, principalmente de su hijo Manelick, ni la apatía de la demás familia en involucrarse y cuidar el legado que ella dejó. Además de que me acuso y reconozco mi error de que no tuve la visión suficiente para reconocer, con su imprevista muerte, el inicio de un calvario legal que no acabará hasta el último de mis días.
A partir de 1992 intenté que el Señor Manelick, como representante de sus hermanos, respetara el reconocimiento de paternidad autoral de Memín, como de muchos más de mis personajes. Muchos fueron los intentos de llegar a un acuerdo en las juntas de avenencia, en reuniones fuera de los juzgados, pero sin una solución concreta, que ahora entiendo sólo se hicieron para afectar mi poco patrimonio.
Finalmente, el Señor Manelick de la Parra me llamó, y con engaños me dijo que me pagaría mis regalías, pero que necesitaba firmara un documento donde se asentaran los modos de pago. De la misma manera, me comentó que podía ir acompañado de quien en su tiempo creí era mi amigo, el Licenciado Loredo Hill, para que cuidara mi firma y ahí se me entregara mi primer cheque, en donde el Señor Manelick de la Parra, en su calidad de Director General de Grupo Editorial Vid, se comprometía a pagarme la cantidad total de $930,000.00 pesos en tres exhibiciones, cuyas fechas se especificaban en dicho documento. Firmé ante la insistencia de los abogados, que no se cansaban en mencionarme que todo era para bien, y tristemente también por quien creí mi amigo, como ya lo había mencionado, el Lic. Loredo Hill, quien me aseguró no tendría ningún efecto colateral en lo futuro, ya que el derecho de autor me seguiría protegiendo, pues tenía los certificados del dibujo del personaje. Pero la triste realidad es que me engañaron, me encerraron en un callejón de palabrerías aquel día en el juzgado, el 22 de abril de 2008.
Ese mismo día leí la cláusula QUINTA, que se obliga a guardar estricta confidencialidad respecto al contenido del presente acuerdo y que, en caso de yo darlo a conocer, tendría que pagar a la editorial por pena convencional la misma cantidad correspondiente a los $930,000.00 pesos. Yo respingué pero me dijeron, tanto los abogados de la parte contraria como mi propio “abogado”, que era mero trámite sin efectos secundarios, que tuviera confianza y que, de todas maneras, yo iba a recibir mi dinero y siempre tendría el reconocimiento autoral. Desgraciadamente, después entendí que gracias a la falta de escrúpulos de los abogados Jaliffe, Caballero, Loredo Hill, y de Manelick, lo que realmente había firmado era una carta de reconocimiento de realización de obra por encargo, donde yo desconocía mi calidad de autor.
Al paso del tiempo y en los meses consecutivos, no vimos ninguna buena voluntad para cumplir con este compromiso legal firmado ante un juez. Fue entonces que decidí recurrir a otras instancias, por lo que pude verme beneficiado en obtener el reconocimiento por parte del IMPI y otorgarme la Marca. Y ahí, después de entender de todos los engaños legales que fui víctima, y ahora que mi salud está mermada también, entiendo que cuando muera no habrá a quien reclamarle esa absurda cláusula de confidencialidad por revelar el contenido de ese “Convenio”, por lo que es mi deseo se dé a conocer su contenido para que las personas que me sigan en esta trayectoria no sean víctimas de engaño, y ningún artista vuelva a ser timado legalmente por artificios poco éticos.
Por supuesto, es por demás mencionar que nunca me entregaron pago alguno adicional y prácticamente se puede decir que no se me pagó económicamente con justicia. Pero quiero compartirles que siempre fui muy feliz, porque hice toda la vida lo que quise, que fue crear, dibujar y compartir con ustedes un poco de mi vocación. El dinero que nunca trabajó, ni tampoco se mereció, espero lo disfrute Manelick, para que se contente un poco de la falta de talento y honradez que no le heredó a su madre, quien siempre fue mi amiga y un excelente ser humano a quien siempre llevé en mi corazón por ser compañera en esta aventura.
Por lo que ahora, al escribir mi último comunicado al pueblo de México, quiero que sepan que junto a mi familia siempre me hicieron enormemente feliz y les digo que es mi gusto y voluntad dejarles un legado, ya que Memín Pinguín ha sido del agrado y reconocido por varias generaciones en nuestro país, así pues, es mi interés que se siga difundiendo el personaje como un símbolo de identidad con nuestros valores, mexicanidad y folclore urbano, por lo que yo, Sixto Valencia Burgos, les dejo como herencia a este negrito que brotó de mis lápices y que pude darle una vida e identidad propia.
¡Gócenlo, úsenlo, utilícenlo como bien les venga en gana!, que por mi parte no puedo darles ya más. Pero si creen que mi familia merece una retribución económica por lo que ustedes realicen, se los agradeceré eternamente. No se olviden de mi familia. Y como último favor, difundan lo que injustamente me hicieron a mí, para que ningún abogado ni ninguna gente sin escrúpulos vuelva a abusar de los artistas y creativos. Asesórense y nunca dejen de hacer lo que más les gusta, ¡a pesar del resentimiento de la gente!
¡Hasta siempre mi hermoso pueblo mexicano, fue un honor haber trabajado para ustedes y poderles haber dejado un poco de la mucha felicidad que me causaba dibujar a Memín y a sus enseñanzas que traspasaron fronteras!
Atentamente,
Sixto Valencia Burgos, dibujante de Historieta y creador gráfico de Memín Pinguín, además de todos los personajes que aparecen durante todas las ediciones.


Al respecto, es importante aclarar al público que la voluntad de Don Sixto Valencia no fue que cualquier persona usara el diseño de Memín Pinguín "como le viniera en gana" en sentido comercial, pues por ello luchó contra individuos que se enriquecían ilícitamente con sus diseños. La intención de Don Sixto fue regalarnos este personaje a los mexicanos, para que lo gocemos "como bien nos venga en gana", pero sin lucrar con él. Esto significa que podemos dibujarlo en una playera, pintarlo en un cuadro, hacer una figurita o lo que deseemos, para disfrutarlo de manera personal, en una única reproducción y sin afán de venta. También dijo que agradecería si al hacer esto le dábamos una retribución económica a su familia.

En ese sentido, debemos saber que la esposa e hijos de Don Sixto son los únicos herederos de estos derechos de autor y marcas comerciales. Por ello, cualquier persona o empresa que esté interesada en explotar los diseños de estos personajes en cualquier producto o servicio, debe contar antes con la autorización de su viuda, la señora Victoria Noguez Quintanar.

Asimismo, Don Sixto pidió que difundiéramos las injusticias que padeció, con el objeto de que ningún otro artista o creativo sufriera los abusos de empresarios y abogados sin escrúpulos. En su mensaje póstumo, Don Sixto denunció los engaños de los abogados Mauricio Jalife Daher, José Luis Caballero Leal y su supuesto "defensor" y "amigo", Adolfo Loredo Hill. Los dos primeros son dueños de la firma líder Jalife, Caballero y Asociados; el último es propietario del bufete Loredo Hill Alvarez, S.C. Todos ellos son abogados de reconocido prestigio y autores de libros sobre Derechos de Autor. Unos son catedráticos en importantes universidades, árbitros y peritos de Propiedad Intelectual. Pero, al parecer, todos esos conocimientos los usaron para abusar de la confianza de Don Sixto y tratar de coartar sus derechos de autor.

Cabe señalar que en los años 2005 y 2011, el señor Manelick de la Parra Vargas quiso "madrugar" a Don Sixto al intentar registrar sin su autorización la marca MEMÍN PINGUÍN y Diseño en varias clases, pero el IMPI se las negó porque no es el titular de los derechos autorales de este personaje (expedientes 72983175200575200611700261170027 y 1170028). Incluso, también quiso apropiarse de la marca FANTOMAS LA AMENAZA ELEGANTE (expediente 845663), pero el IMPI le opuso el mismo impedimento.

De igual manera, en el año 2011 Grupo Editorial Vid, S.A. de C.V. pretendió registrar la marca MEMIN PINGUIN y Diseño (expediente 1193294), pero el IMPI se la negó porque plagiaron el diseño de la marca 1251238 SUERTE FUTBOLERA, propiedad de PRONOSTICOS PARA LA ASISTENCIA PUBLICA.

Uno de los temores de Don Sixto es que, después de su muerte, sus enemigos intentaran anular sus registros de marca. Afortunadamente, eso no es legalmente posible, ya que para que alguien intente anular una marca, primero debe tener interés jurídico para demandar. Y sólo los herederos de Don Sixto tienen interés jurídico sobre el diseño de "Memín Pinguín". Este diseño, al ser una obra de dibujo creada por Sixto Valencia Burgos, es un personaje ficticio que se encuentra protegido legalmente sin necesidad de tener un registro de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo, tal como lo señalan las Tesis Aisladas emitidas en el año 2013 por los Tribunales Colegiados de Circuito, bajo los números 2005085 y 2005067. Además, según el artículo 90 fracción XIII de la Ley de la Propiedad Industrial, el IMPI no debe conceder un registro de marca de este personaje a quien no tenga la autorización de la señora Victoria Noguez Quintanar, quien ahora es la titular de los derechos correspondientes.


¿Qué lecciones nos deja la lucha autoral de Don Sixto?

  • Que los derechos de autor son irrenunciables, que pueden heredarse vía testamentaria, y que fenecen hasta después de cien años posteriores a la muerte del autor (artículos 19, 20, 26 y 29 de la Ley Federal del Derecho de Autor).
  • Que los autores no debemos dejarnos abusar por empresarios y abogados sin escrúpulos. Para ello debemos pugnar por obtener una retribución justa por nuestras creaciones, sin renunciar a ellas ni aceptar contratos leoninos.
  • Que en caso de necesitar los servicios de un Licenciado en Derecho, debemos asegurarnos que sea una persona honesta, ya que en el medio de la Propiedad Intelectual abundan los abogados sin ética profesional, sin importar cuan doctos o reconocidos sean.
  • Que los autores debemos conocer las leyes que nos incumben: la Ley Federal del Derecho de Autor y la Ley de la Propiedad Industrial, así como sus respectivos Reglamentos. También, los artículos 424 al 429 del Código Penal Federal. Principalmente, conocer el Convenio de Berna y el Convenio de París, que son tratados internacionales obligatorios de cumplir en México, sólo por debajo de nuestra Constitución.
  • Que debemos registrar desde un principio nuestras creaciones y personajes, idealmente con registros de obra y reserva de derechos en el INDAUTOR; y como marca en el IMPI. Si bien es cierto que la Ley Federal del Derecho de Autor protege a las obras desde el momento en que son fijadas en un soporte material, también es cierto que es mucho más difícil probar nuestra autoría con un material donde no hay plena certeza de su fecha de creación; por lo que siempre es más conveniente contar con el registro respectivo, que es una documental pública que hace plena prueba de nuestra autoría. Se tiene que hacer un mayor desembolso pero, si el proyecto es relevante, vale la pena la inversión.
  • Que los autores debemos actuar con ética y no solapar el plagio que alguien haga en perjuicio de otro autor, aunque el plagiario sea un "autor" amigo o conocido nuestro.
  • Que todos los autores debemos estar unidos en la defensa de nuestros derechos autorales. El hecho de que un autor sea afectado y que nadie haga nada, alienta la anti-cultura de la impunidad, que se irá propagando irremediablemente en perjuicio de los demás autores.
  • Que todos debemos ayudar a que la Justicia sea pronta y oportuna, ya que el retardo de justicia es injusticia. Si bien, las autoridades son las encargadas de administrar la justicia de manera legal, los ciudadanos debemos colaborar. No significa que "hagamos justicia por nuestra propia mano", sino que no seamos un eslabón más en la cadena de abusos hacia otro autor. Si no hacemos nada frente a un abuso, nos volvemos cómplices del abusador. Si los ciudadanos no actuamos y dejamos esa responsabilidad sólo a las autoridades, los procesos legales serán demasiado tardados y causarán muchos perjuicios a los autores. Recuerda que la estrategia de los empresarios y abogados inescrupulosos es alargar las batallas legales para obligar a los autores a desgastar su patrimonio y abandonar su defensa por no poder soportar los gastos de los juicios.
  • Que los ciudadanos debemos defender la autoría de los autores. Ello implica no comprar obras plagiadas, como una historieta de "Memín Pinguín" que no cuente con la autorización de los herederos de Don Sixto. O no comprar una playera o una película que invada los derechos de otro autor. Sólo así inhibiremos esos robos, ya que lo único que les interesa a los ladrones es obtener ganancias. Y si no obtienen ganancias al vender algo robado, dejarán de robarlo.
  • Y lo más importante: Si los derechos de los autores no están debidamente reconocidos y protegidos, se inhibirá la creatividad artística e iremos perdiendo identidad como país, siendo absorbidos paulatinamente por otras culturas.

Dedico este artículo a la memoria de Don Sixto Valencia Burgos; a su distinguida familia y a todos los autores honestos de México, con el objeto de crear consciencia sobre la importancia de respetar, reconocer y proteger los derechos de autor.

Sirva además como una humilde aportación a la gran labor de difusión y valoración de la historieta mexicana que han realizado personas apasionadas y comprometidas como: Mónica Valencia Noguez, Melina Gatto, Luis Gantus y Rubén Eduardo Soto Díaz, entre otros.

ROLANDO TAMAYO RODRÍGUEZ
Enero 5, 2016.


Bibliografía:
Gantus, Luis. La imagen de Memín Pinguín tiene NUEVO dueño
Gantus, Luis. Memín Pinguín: un cincuentón de 70 años con muchos padres

Comentarios

El Metiche ha dicho que…
El maestro Sixto fue uno de los fundadores de nuestro museo, y una parte importante de su acervo es resultado de sus generosos donativos. Muchas gracias Rolando por recordarnos que la lucha que libró el maestro, sentó un precedente por el reconocimiento digno del trabajo autoral.
Mr.Pulp ha dicho que…
una muestra mas de lo mal que estan nuestras autoridades, ¿como es posible que por tener dinero, no se le pudo hacer nada a Manelick para que regresara su trabajo al Don Sixto?
Anónimo ha dicho que…
Lo unico que.no entiendo, es quien creo a memin, porque el aparecio en alma de niño en los paquines y el sr. Sixto todavia no lo dibujaba, que despues lo dibujo y le dio su toque personal, nadie lo discute, pero que lo creó, pues no creo, al aprecer lo creó otro dibujante, que por cierto, nadie lo reconoce.
Rolando Tamayo ha dicho que…
Tienes mucha razón en el fondo de tu cuestionamiento. Sin embargo, este artículo no dice que Sixto Valencia haya creado de forma integral al personaje "Memín Pinguín". Lo que decimos es que Don Sixto fue quien creó el diseño actual de este personaje (más ojón, expresivo y caricaturesco que el anterior). Además, le agregó ciertas particularidades como, por ejemplo, que sus estados de ánimo se vieran reflejados en su gorra: si estaba contento o triste, la visera de su gorra se levantaba o caía, etc. Y fue con este diseño de "Memín Pinguín" con el cual tuvo mucho éxito comercial la historieta. Por eso es que Don Sixto tenía derecho a que le reconocieran sus derechos como autor del diseño actual de este personaje.

Ahora bien, con respecto a tu cuestionamiento sobre el otro dibujante, es verdad que nadie lo ha reconocido. Se trata de Alberto Cabrera, quien dibujó a "Memín Pinguín" en su origen. Incluso hay teorías de que Yolanda Vargas Dulché no haya sido la creadora original literaria de este personaje, pues en las primeras apariciones de "Memín Pinguín" (Revista "Pepín", bajo el título "Almas de Niño", año 1943) sólo aparecía el crédito: "POR ALBERTO CABRERA". Lo anterior indica que posiblemente Alberto Cabrera no haya sido sólo el dibujante, sino también el creador literario de "Memín Pinguín". Y fue hasta poco después cuando comenzó a aparecer el crédito de Yolanda Vargas Dulché como argumentista. Desafortunadamente, no conocemos ninguna fuente histórica o algún familiar de Alberto Cabrera que nos pudiera aclarar esa pregunta.
Rolando Tamayo ha dicho que…
Generalmente las autoridades no hacen un análisis exhaustivo de los casos. Si a esto le aunamos la deshonestidad o poca preparación que puedan tener algunos abogados, estos son los resultados. Por eso es importante que los autores conozcamos las leyes que nos protegen, así como también debemos estar unidos en la defensa de nuestros derechos. Estar unidos significa apoyar con acciones efectivas al autor afectado. Si nadie compra historietas que roben a un autor, se inhibirá mejor este tipo de robos que si esperamos veinte años a que las autoridades decidan.
Rolando Tamayo ha dicho que…
Gracias a ti, estimado Rubén, por rescatar gran parte del acervo cultural de la historieta mexicana, que sin personas como tú se perdería irremediablemente.
¡Saludos!
Anónimo ha dicho que…
Si pues, entonces, podria ser que cada dibujante, patentara su estilo de dibujar a un cierto personaje? Por ejemplo, no es lo mismo el spiderman de steve ditko, al de jhon romita sr. Al de ross.andru que al de gil kane, son lo mismo, pero no es igual, aqui pasa lo mismo, el memin de alma de niño es basicamente el mismo molde, solo que el sr. Sixto, le dio su "toque" por asi llamarlo, pero es un hecho que ante todo, alberto cabrera, lo creo, tan tan, es correcto?
Rolando Tamayo ha dicho que…
Claro. Es indiscutible que Alberto Cabrera creó el diseño original de Memín Pinguín. Y es una pena que no se le haya reconocido. Hasta hace poco me enteré que Alberto Cabrera fue quien dibujó al primer Memín, pero no cuento con mayor información. Si tú tienes mayor información veraz sobre ello, con gusto te ayudo a difundirla, pues es justo que se le reconozca.

Sin embargo, te aclaro que las regalías y derechos que estaban en disputa con Editorial Vid eran por la venta de dibujos realizados por Sixto Valencia, no por Alberto Cabrera.

Por otra parte, Sixto Valencia no sólo le dio su "toque", sino que le hizo mejoras: le agrandó los ojos, le caricaturizó más la cara, le quitó el saco, modificó su gorra, le cambió los zapatos por tenis, le quitó las cintas al final de sus pantalones, simplificó la cantidad de rayas de la playera, etc. En síntesis, lo mejoró bastante. Claro que estas mejoras se debieron a la gran cantidad de tiempo invertido en dibujarlo y en depurar sus características psicológicas en los argumentos, cosa que Alberto Cabrera seguramente también habría logrado si hubiera dibujado a Memín los mismos años que Sixto Valencia.

Pero en este artículo lo que se está defendiendo son tres cosas:

1.- Que el diseño actual y más conocido de "Memín Pinguín"es el realizado por Sixto Valencia.

2.- Que Sixto Valencia tiene derecho a que le reconozcan sus derechos de autor sobre las mejoras originales que aportó a este personaje.

3.- Que Sixto Valencia tiene derecho a que se le paguen regalías sobre la venta de sus dibujos (no los de Alberto Cabrera). Imagina, por ejemplo, un supuesto caso en donde Marvel reeditara los cuentos de Spiderman dibujados por John Romita, Jr., pero sin su permiso y sin pagarle un dólar de regalías. Claro que John Romita, Jr. tendría derecho a exigirle a Marvel regalías sobre la venta de sus dibujos y a que le reconocieran sus derechos de autor sobre los dibujos que realizó, aunque Steve Ditko haya realizado el diseño original de Spiderman.

Entradas populares